Ésta es una de las más conocidas lesiones producidas en la rodilla en el mundo del fútbol. Jugadores como Ronaldo, De la Peña, Robben, Van Basten o Canales, han sufrido esta lesión. Muchos de ellos, a pesar de la gravedad de esta lesión, volvieron o han vuelto a su actividad como futbolistas.
Momento en el que Ronaldo se lesiona
el LCA.
Esta es una
lesión importante ya que el ligamento cruzado anterior es principal
estabilizador de la rodilla, tanto en sentido antero-posterior como rotacional
(aproximadamente 90% de la fuerza). Limita el desplazamiento anterior de la
tibia con respecto al fémur y la rotación tibial . Es el ligamento que más
frecuentemente se lesiona en deportes de contacto o giro como el fútbol, fútbol
americano, rugby o esquí, entre otros, llegando a ser esta lesión mucho más
frecuente que la lesión del ligamento cruzado posterior.
¿Cómo ocurre la lesión?
La lesión de
este ligamento viene dado por una rotación externa (el más habitual en el
70% de los casos) , hiperextensión, desaceleración y rotación interna.
El LCA puede
romperse en deportes de contacto, por un traumatismo más o menos violento , o
sin traumatismo directo o contacto alguno, al hacer una parada o desaceleración
brusca tras un salto o una carrera, un cambio de dirección o un giro brusco de
la rodilla con el pie apoyado en el suelo (fútbol americano, bádminton, fútbol,
baloncesto, esquí).
Con estas
maniobras, lo más frecuente es estando la pierna apoyada, se produce una
rotación externa de la tibia sobre el fémur (por ejemplo, con una entrada
en el fútbol con un traumatismo directo en el lateral de la rodilla), iniciando
una rotura del LCA que puede ser aislada o puede ser el inicio de una lesión en
cadena.
Con frecuencia
las lesiones del LCA no ocurren solas, coexisten con lesiones de los meniscos o
de otros ligamentos.
Tratamiento
de la lesión.
El futbolista, esquiador...., siente un dolor fuerte, un “crujido”, o la sensación de que algo se le rompe, en el momento en que se produce la lesión.
Generalmente, en
las roturas agudas completas, el deportista no puede seguir jugando, el dolor
es intenso al apoyar el pie en el suelo o intentar caminar.
En los primeros
días, el dolor y la defensa complican la exploración. Cuando baja el dolor y la
inflamación el paciente puede sentir que la rodilla “se le va” y que tiene
mucha dificultad para doblar o estirar la rodilla del todo.
La prueba más
sensible y específica es la resonancia magnética. Mediante esta prueba, se
pueden valorar las posibles lesiones asociadas como las meniscales, las del
cartílago o las de otros ligamentos.
LCA roto. En
la imagen de RMN se observa la ausencia del LCA, queda una imagen blanca, de
vacío, donde debería estar el ligamento.
La cirugía suele
estar indicada en los pacientes jóvenes y activos, deportistas o no.
La rotura del
LCA creará una inestabilidad crónica de la rodilla, provocando en el paciente
la sensación de inseguridad en la misma, limitando la actividad física, laboral
o deportiva y muchas actividades de la vida basal que implican giros de la
rodilla.
El dolor y la limitación funcional son los que determinan si es necesario pasar por el quirófano o no. Los resultados son satisfactorios en más del 90% de los pacientes, quienes recuperan el nivel de actividad previa.
La forma de reconstruir el LCA se produce de varias formas ya sea haciendo una plastia con el tendón rotuliano o con músculo isquiotibial de su propio cuerpo, lo que reduce la posibilidad de rechazo. También existe la posibilidad de que se realice con un injerto procedente de un cadáver, lo que aumentaría las posibilidades de rechazo del propio cuerpo.
Experiencia personal.
Tras haber pasado por esta lesión, me gustaría resaltar que una vez pasado por el quirófano, la fase de rehabilitación y fortalecimiento de la rodilla dañada son claves. Sobre todo el fortalecimiento de los grupos musculares de la pierna como el cuádriceps y los músculos isquiotibiales.
La pérdida de movilidad desde el momento de la lesión es
constante, por lo que una tardía operación y en consecuencia, inicio de la
rehabilitación, puede hacer que la pérdida de movilidad de la articulación sea
mayor.
Referencias bibliográficas empleadas.
http://tulesiondeportiva.com/deportes/futbol/
www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007208.htm