domingo, 30 de noviembre de 2014

Lesión del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)



Ésta es una de las más conocidas lesiones producidas en la rodilla en el mundo del fútbol. Jugadores como Ronaldo, De la Peña, Robben, Van Basten o Canales, han sufrido esta lesión. Muchos de ellos, a pesar de la gravedad de esta lesión, volvieron o han vuelto a su actividad como futbolistas.


                                           

                                            Momento en el que Ronaldo se lesiona el LCA.

Esta es una lesión importante ya que el ligamento cruzado anterior es principal estabilizador de la rodilla, tanto en sentido antero-posterior como rotacional (aproximadamente 90% de la fuerza). Limita el desplazamiento anterior de la tibia con respecto al fémur y la rotación tibial . Es el ligamento que más frecuentemente se lesiona en deportes de contacto o giro como el fútbol, fútbol americano, rugby o esquí, entre otros, llegando a ser esta lesión mucho más frecuente que la lesión del ligamento cruzado posterior.

¿Cómo ocurre la lesión?

La lesión de este ligamento viene dado por una rotación externa (el más habitual en el 70% de los casos) , hiperextensión, desaceleración y rotación interna.

El LCA puede romperse en deportes de contacto, por un traumatismo más o menos violento , o sin traumatismo directo o contacto alguno, al hacer una parada o desaceleración brusca tras un salto o una carrera, un cambio de dirección o un giro brusco de la rodilla con el pie apoyado en el suelo (fútbol americano, bádminton, fútbol, baloncesto, esquí).

Con estas maniobras, lo más frecuente es estando la pierna apoyada, se produce una rotación externa de la tibia sobre el fémur  (por ejemplo, con una entrada en el fútbol con un traumatismo directo en el lateral de la rodilla), iniciando una rotura del LCA que puede ser aislada o puede ser el inicio de una lesión en cadena.  

Con frecuencia las lesiones del LCA no ocurren solas, coexisten con lesiones de los meniscos o de otros ligamentos. 

Tratamiento de la lesión.

El futbolista, esquiador...., siente un dolor fuerte, un “crujido”, o la sensación de que algo se le rompe, en el momento en que se produce la lesión.

Generalmente, en las roturas agudas completas, el deportista no puede seguir jugando, el dolor es intenso al apoyar el pie en el suelo o intentar caminar.

En los primeros días, el dolor y la defensa complican la exploración. Cuando baja el dolor y la inflamación el paciente puede sentir que la rodilla “se le va” y que tiene mucha dificultad para doblar o estirar la rodilla del todo.

La prueba más sensible y específica es la resonancia magnética. Mediante esta prueba, se pueden valorar las posibles lesiones asociadas como las meniscales, las del cartílago o las de otros ligamentos. 



Ligamento cruzado anterior (LCA) roto

LCA roto. En la imagen de RMN se observa la ausencia del LCA, queda una imagen blanca, de vacío, donde debería estar el ligamento.


La cirugía suele estar indicada en los pacientes jóvenes y activos, deportistas o no.
La rotura del LCA creará una inestabilidad crónica de la rodilla, provocando en el paciente la sensación de inseguridad en la misma, limitando la actividad física, laboral o deportiva y muchas actividades de la vida basal que implican giros de la rodilla. 

 El dolor y la limitación funcional son los que determinan si es necesario pasar por el quirófano o no. Los resultados son satisfactorios en más del 90% de los pacientes, quienes recuperan el nivel de actividad previa.

La forma de reconstruir el LCA se produce de varias formas ya sea haciendo una plastia con el tendón rotuliano o con músculo isquiotibial de su propio cuerpo, lo que reduce la posibilidad de rechazo. También existe la posibilidad de que se realice con un injerto procedente de un cadáver, lo que aumentaría las posibilidades de rechazo del propio cuerpo.

Experiencia personal.

Tras haber pasado por esta lesión, me gustaría resaltar que una vez pasado por el quirófano, la fase de rehabilitación y fortalecimiento de la rodilla dañada son claves. Sobre todo el fortalecimiento de los grupos musculares de la pierna como el cuádriceps y los músculos isquiotibiales.

La pérdida de movilidad desde el momento de la lesión es constante, por lo que una tardía operación y en consecuencia, inicio de la rehabilitación, puede hacer que la pérdida de movilidad de la articulación sea mayor. 

Referencias bibliográficas empleadas.

http://tulesiondeportiva.com/deportes/futbol/


www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007208.htm

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